EL ENVASE, VITRINA DE EXPRESIÓN.


ECOPACKAGING

Los envases nacieron en un pasado con el fin de proteger los alimentos contenidos en ellos. Ya sea porque son frágiles y se rompen, o son sensibles a la luz y el oxígeno, quizás requieren almacenarse mucho tiempo, o simplemente una forma sencilla de transporte.

Con el pasar de los siglos los artistas han visto en esos espacios vacíos una forma de plasmar su arte. Con ello, inesperadamente las ventas se alzaron. Los consumidores estaban felices, sentían que se llevaban consigo algo más que el producto mismo, como si vinera con yapa. Los productores se beneficiaron gratamente y unieron sus fuerzas con la de los artistas para entregar productos con diseños innovadores, que no solo satisficieran el paladar, sino también llenaran una cuota de belleza.

En el mundo del chocolate las barras son las que llevan la batuta en el tema. Su valor reducido (distante de las cajas de bombones), su consumo frecuente y su tamaño de ‘pequeño libro’ hicieron que vestirlas fuera sencillo y cómodo. Ya no solo comprábamos una barra de chocolate oscura y monocromática, ahora comprábamos colores, dibujos y mensajes.

Y yendo todavía más lejos, algunos vieron en esta vitrina la oportunidad de expresar mucho más que arte. En Kapai supimos aprovechar este espacio para promover la conciencia ambiental y divulgar imágenes de nuestra fauna nacional, para dar a conocer y promover en grandes y chicos el cariño y respeto que los animales merecen.

En conjunto con la ilustradora Antonia Lara hemos diseñado envases que se reutilizan y transforman en un marco de fotos para enmarcar la ilustración que viene en su interior. 

De esta manera nuestros envases no generan desperdicios, sino que aprendizaje y decoración. Trabajamos de la mano con emprendedores independientes, de manera que ellos tengan también un espacio desde expresarse y ser escuchados.

*Pueden revisar el tutorial para armarlo aquí

La bolsa interna que protege nuestro chocolate es compostable y es la única parte que se desecha, pero que no genera residuos a largo plazo, ya que se descompone naturalmente bajo las condiciones adecuadas.

En los tiempos que vivimos cada detalle importa, sobretodo si son detalles que acarician a nuestra damnificada naturaleza. Recordemos que el cacao es una planta y que vive en un ecosistema muy sensible. Si no cuidamos de él, el chocolate podría der arrebatado de nuestras manos.