REGALA CHOCOLATE, ES UN CERTERO FLECHAZO AL CORAZÓN


El 14 de febrero, una de las mejores fechas para la industria chocolatera. Ya sea una caja de bombones con un ramillete de flores, o una simple barra acompañando una carta, parece que el chocolate es un profesional en cuanto a temas del corazón se trata.

No es mera coincidencia, y tampoco son solo leyendas y tradiciones comerciales. Los últimos años de estudios en torno al comportamiento medicinal del cacao y el chocolate en nuestro cuerpo han arrojado evidencia de su influencia directa en el buen funcionamiento del corazón y en el sistema circulatorio.

Pero esto bien lo sabían ya los aztecas y, anteriormente, los mayas. En los rituales de pubertad de los mayas pil, por ejemplo, se untaba el cuerpo de los jóvenes varones con una pasta hecha de polvo de cacao, pétalos de flores y agua de lluvia. También preparaban una infusión de corteza de cacaotero y flores de cacao, usada para “pegar” un corazón roto y sanarlo de su melancolía. Era usual que se hiciera una donación de granos de cacao previo a pedir la mano de una dama. Esto aún hoy se puede observar en algunas comunidades indígenas de Sudamérica. Escritos españoles narran como Moctezuma, el emperador azteca, consumía abundantes tazas de xocolatl para poder rendir en los actos amatorios con sus múltiples mujeres. Y así los usos más populares del cacao y el chocolate abrazan desde potenciar el poder sexual hasta los delicados coqueteos de conquista, pasando por un abrumador abanico de formas de ritual según sea la cultura.

Pero ¿esto es suficiente para calificar al chocolate de afrodisiaco? Lo cierto es que las investigaciones apuntan a que el chocolate no sería realmente afrodisiaco. Mas bien tiene propiedades que en el cuerpo podrían derivar directamente en beneficios para el acto sexual. Como la capacidad de regular la presión arterial mejorando la circulación, un requerimiento básico para el buen desempeño. Además, es un alimento rico en alcaloides, como teobromina y cafeína, que estimulan el cuerpo y dan energía. Su efecto es más bien excitante antes que afrodisiaco.

En los rituales ceremoniales de culto al cacao se busca conectar con los deseos del corazón. La cosmo-visión maya pone al corazón como el centro de un universo que sería nuestro cuerpo, por lo que si el corazón vibra armónicamente, el resto del cuerpo también lo hará. Actualmente los mayas aún consumen el cacao en búsqueda de algo más que propiedades alimenticias, se le incluye en cotidianos rituales para crear vínculos duraderos con las personas queridas y establecer una comunicación profunda que une corazón con corazón, la parte más sagrada de cada ser.

Así es entonces que los mitos y las leyendas que unen al chocolate y al corazón se debelan a medida que la ciencia avanza. En un principio fue la mismísima intuición que nos llevó a asociarlos. Hoy sabemos que esa asociación va mucho más allá de ser una coincidencia. El chocolate dilata el sistema circulatorio, lo regula, lo limpia y lo energiza, y con ello todo nuestro cuerpo. Y entonces, nuestro crush se sentirá mucho más proclive a conectar de verdad. Conectar desde el corazón.

 

Escrito por Francisca Rivera Heimpell (@gourmetita)